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PLANETARIOS

Historia de una silla oxidada. Capítulo 1.

Historia de una silla oxidada. Capítulo 1.

Lo último que he puesto en Flickr es una serie de una silla oxidada que me encontré en el campo que hay detrás de mi barrio. Se me ocurre algo. ¿Alguna vez jugasteis con un palo de escoba a inventaros posibles transformaciones? Un paraguas, un catalejo, un remo, una guitarra eléctrica... Desde que hice las fotos, sin pensar mucho, ando dándole algunas vueltas al tema... creo que esconde algo interesante. Una silla, en un campo perdido, supuestamente colocada para contemplar algo, o para descansar... pero no puede ser, está vieja, oxidada... aunque ahí sigue... Se me ocurre un juego. ¿Jugamos a algo con esta silla? ¿Jugamos a "a ver qué me sugiere"? Una reflexión, un comentario graciosete, un poema (noto como la piel de Clara se empieza a poner de gallina Riendo cuando ha leído eso), un relato... whatever.

A mí se me ha ocurrido una primera cosa. ¿Por qué no me senté en ella? No fue por miedo a que alguien me viera a lo lejos, ni por si acaso me teletransportaba a la Edad Media en tiempos de un rey malísimo y una pobre campesina con un padre a punto de morir. Ni siquiera fue por miedo a manchar mis vaqueros de óxido o a que se me enganchara un alambre destrozando uno de los pocos pantalones que habitan mi armario. No fue por nada de eso. Es que ni siquiera se me ocurrió. Cierto es que el tiempo no acompañaba... hacía un frío de película y en cualquier momento iba a caer un chaparrón del diablo. Ojalá me hubiera sentado, porque está claro que esa silla es mágica. Y ayer me fue revelado su poder, de repente, en un duerme-vela típico de la línea 10 del metro de Madrid a las 5 de la tarde. Sientate en esa silla, espera unos segundos y... guaaaau... estás empezando a escuchar una conversación... al principio lejana, pero se va a acercando, el volumen va subiendo... cada vez es más nítida. Efectivamente, parece una conversación, pero es curioso. Sólo estás escuchando la voz de uno de los conversadores. Es una voz de hombre y dice algo sobre las patatas a la riojana... Madre mía, lo estás oyendo como si estuviera a tu lado, casi encima de ti.... Te levantas sobresaltado de la silla. Silencio, frío, algo de viento, Teo sigue husmeando entre matorrales. No hay nadie. Miras la silla. Me cago en la puta, me he llevado un montón de óxido. Pero bueno, qué más da. Esto es acojonante. Te vuelves a sentar y cierras los ojos. Va llegando la voz... pero esta es otra... ¡es de mujer! Se acerca, se acerca... cada vez más cerca. Planeta Jv

2 comentarios

Planeta G -

Una escalera de piscina abandonada, verde y con óxido se convirtió por estar cerca de casa en un Viper (Beeper, Biper?), de los de matar Cylones. Apolo y Starback. ¿Cómo sería la nave de Starback? No lo recuerdo. Yo era Apolo, y pensaba en cepillarme cíclopes de ojo rojo y oscilante, en dar órdenes a Boomer (que podía ser un perro o cualquier objeto, el columpio mismo), y en soltar frases trascendentes que mi compañero de fatigas trufaría de chistes malos acerca de mujeres. Casi nadie recuerda Galáctica. Yo sigo pensando que, tarde o temprano, llegaremos a ese planeta del que hablan las crónicas: el planeta Tierra.

Planeta M -

... y a propósito de tu post, he añadido un enlace a tu galería en Flickr.com. Y de paso, aunque no venga a cuento, también uno a "...desde sueño".

Me apunto a la propuesta del Proyecto Silla. ! Hmmmm, a ver....

M