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PLANETARIOS

De óxido y de ecos

De óxido y de ecos

Hace unos meses, Planeta J. propuso un juego (Historia de una silla oxidada, 12/04/2007). Durante un tiempo le di vueltas al tema de las sillas oxidadas, los objetos fuera de lugar y los edificios abandonados y escribí unas notas. Después me olvidé. Ayer encontré las notas y escribí un post en otro sitio, sin recordar que la idea era publicarlo en planetarios. Así que, sin que sirva de precedente, voy a copiarlo. (Firmado: Planeta M)

Supongo que para la gran mayoría de gente una casa abandonada es sólo eso. Sin más.

Es más, alguien podría decir que no es ni siquiera eso, porque una casa deshabitada deja de ser un hogar. A veces no es ni tan sólo un edificio ya que pasa desapercibido, como si no exisitiera. Igual que los mendigos dejan de ser "alguien" para muchos y se vuelven invisibles.

Pero a mí siempre me sorprenden. En la era del consumismo, cuando algo no sirve, normalmente se tira sin más. Lo hacemos desaparecer. Y sin embargo los edificios deshabitados a veces se quedan ahí, sin razón de ser y en ruinas durante años e incluso décadas. Algunos transmiten tristeza, como un enorme cascarón de caracol vacío y quebradizo. Otros, si te paras un minuto y los observas, parecen desafiar al sistema.

¿Por qué una casa, una fábrica, un colegio, un pueblo entero, llenos de vida, ruidos y olores acaban abandonados?
¿Se mudaron los inquilinos? ¿Por qué razón? ¿Murió el dueño de la casa sin dejar descendencia? ¿Saben los nietos que su abuelo creció en esa casa? ¿Por qué cerró esa fábrica? ¿Fué un desgraciado accidente? ¿Cuál fué la última vez que sonó la sirena de fin de turno? ¿Sigue vivo alguien bautizado en esa iglesia hoy derruida? ¿Cuál fué la última misa?
¿Quién cerró la puerta de esos lugares? ¿Sabía que lo hacía por última vez? ¿La dejaron abierta porque ya no importaba?

Y a gran escala, ¿por qué desaparece un pueblo de los mapas?. Hace poco, leyendo Ciudad, volví a tener esa sensación de desolación casi insoportable que tenía en mis viajes en tren cuando pasaba junto a un pueblo en ruinas.

Lo que me resulta aún más desconcertante es que algunos pueblos son abandonados ya no de forma gradual (Polvoranca) sino a la desesperada. Hay decenas de pueblos sumergidos por embalses (La Muedra) y los hay que fueron desalojados a la fuerza con mentiras como que
la presa se hundía (Fayón). Otros fueron sentenciados por proyectos que nunca se llevaron a cabo (Jánovas).

Un escalofrío me recorre el espinazo cuando pienso en la posibilidad de que la casa o el pueblo donde me crié acabaran así.
Podría ocurrirle a cualquier lugar, por muy vivo que esté ahora. Procuro pensar en otra cosa y no hacer grandes aspavientos, para evitar lo que ocurrió en un pueblo muy pequeño

1 comentario

Planeta G -

Impresionantes los enlaces. ¿De dónde sacas esos blogs de abandonos, esas fotos de la desmemoria? Me dan miedo. Me seducen. Me escuecen. En esa línea La lluvia amarilla de Llamazares. Los melancólicos lo llevamos mal en este mundo... Demasiados estímulos.