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PLANETARIOS

de pesadillas y plañideras

de pesadillas y plañideras

Tres coches de excursión. Voy en uno de ellos. Un paisaje nevado idílico: cascadas de hielo y musgo.
Disfrutamos del silencio de un día de nieve por la mañana temprano, cuando casi no hay nadie despierto. Desde el coche veo un cartel que indica que hacia la derecha se va a "Estado de coma". Sonrío, y cuando alguien sentado a mi lado me habla noto que algo no va bien. Los sonidos están atenuados, como con sordina. Como cuando metes los oídos debajo del agua en la bañera. Y quien ha hablado se da cuenta de repente de cómo han sonado sus palabras. Después un incómodo silencio absoluto y la certeza de que algo muy extraño está ocurriendo en ese instante. Un miedo mudo, pues las palabras se extinguen en los mismos labios. Y, de repente, algo asfixiante se cierne sobre nosotros, como un puño que atrapa a un insecto.

Y ¡hop! otra vez más, justo cuando el tema se pone feo, aparezco en la enorme y antigua casa victoriana llena de puertas, con sombras de perros por los pasillos. Desde que era pequeña mi subconsciente me lleva hasta allí muchas noches cuando siento miedo. Y no es que el sitio sea muy tranquilizador, pero de alguna manera se que allí estoy segura. Una especie de refugio donde tomar aliento cuando las pesadillas arrecian.

Es sorprendente lo que la mente puede hacer. Lástima que sólo funcione cuando estoy en el territorio del Señor de los Sueños, porque sería muy útil poder hacer un paréntesis en algunos momentos.

Imaginaos la situación . Planeta D y yo, los dos en el sofá por la noche. Él profundamente dormido en el sofá. Yo leyendo cómics, a sus pies. De repente, sin abrir los ojos, me regala el siguiente monólogo, alto y claro:

"Mueren. Mueren todas.
Las primeras mueren.
Todas mueren.
Lloran.
Lloran las plañideras."

Todavía me dura el susto.

Planeta M.

4 comentarios

Planeta M -

¿En serio?. ¿Por las almohadas? ¿Y tan amigos todos?. Yo de pequeña les daba besos y ellas me devolvían bocados/picotazos... Si viniesen ahora a mi almohada a hacerme arrumacos me haría la dura.

Planeta Jv -

"Y, de repente, algo asfixiante se cierne sobre nosotros, como un puño que atrapa a un insecto". Esta metáfora me ha impresionado. Por cierto, desde que llegó el calor somos más en casa. Una estirpe de negras, pequeñas y aventureras criaturas recorre nuestras almohadas, encimeras y baldosas. Algún lumbreras las denominó "hormigas", pero no me parece mal porque para nosotros son como unas amigas que vienen a casa a pasar las temporadas de buen tiempo. Son muy majas, tan inocentes y juguetonas...

Planeta Jv -

De veras que el deseo de commentear me llenaba al leer vuestras intervenciones, pero no se me ocurría nada la mitad de digno para acompañarlas. Pero bueno, si se abre la veda de lo chorra, encantado!

Planeta G -

Es curioso lo de los sueños recurrentes. Propongo que hagamos una quedada para hablar de ellos como motivo principal (y por supuesto seguir la sempiterna polémica gonzález vs estivíl).

La anécdota del monólogo de Planeta D me parece tan espeluznante como desternillante, a partes iguales... Estuve riéndome un buen rato sólo de imaginarle una sonrisa pícara acompañando su soliloquio. ¿Qué te metieron de pequeño en esa Andalucía luz y tiniebla?

¡Y por favor, participad más en el comentario de los post, vale cualquier chorrada como la que precede esta súplica!