Esto de las mudanzas, algo bueno que tienen, es que de pronto sacan a la luz por ejemplo antigüos textos ya olvidados... Compartir una reflexión mañanera de hace un tiempito...
ESPERADOR/A
- “No me lo puedo creer”, dijo sorprendido Gustavo, “¿no has oído hablar de él?, pues es el último grito en servicios personales, “el esperador” o “la esperadora” según se prefiera, o mejor convenga dependiendo para qué”.
- “¿Pero exactamente en qué consiste?” – preguntó intrigado Julián.
- “Muy fácil, seguro que te ha pasado mil veces, me refiero a tener que esperar, pero no cinco minutos… hablo de las veces que sabes que tienes que ir a algún sitio, y que seguro, seguro, te va a tocar estar esperando un rato, un buen rato; puede ser en el banco, en la oficina de Hacienda, en la consulta del médico, en esos grandes almacenes, donde sea. Pues este servicio consiste en alguien que espera por ti hasta el momento en que ciertamente está próximo tu turno. Es maravilloso, imagínate, te ahorras enfados, discusiones, malos rollos, … Lo único que tienes que hacer es estar cerca del sitio, más que nada para que no se te vaya a pasar tu turno. Pero vamos que puedes estar tomándote un café, o leyendo el periódico, nada comparado con soportar esas esperas que nos desesperan. Yo ya lo he usado varias veces, y el resultado ha sido fabuloso. De hecho, me han contado que les está funcionando tan bien, que incluso están pensando en ampliar el servicio poniendo en marcha una división “express”, para dar cobertura a las esperar inesperadas. ¿Qué te parece? …”
(Dedicado a la mujer que limpia las oficinas de la empresa vecina, y que espera, y espera, …)
Planeta JM